Fin de año

 Otra vez, cerramos una vuelta al sol y lo celebramos como los trogloditas que aun  somos y a quienes la ciencia solo tocó al meternos microplásticos y siliconas al cerebro.

"¡Alégrate, pendeja! Al menos estás viva"... dicen, creyendo consolarme, pero alguien que hizo las paces con la muerte desde que nació solo ve esa frase como una razón más para sumirse en la tristeza.

Las personas no pueden lidiar con el hecho de que existimos quienes vivimos bajo una sonrisa diaria, que vivimos el ahora, porque nos asusta confrontar que nuestro futuro es difuso o trágico, morir pronto es la mejor de las opciones cuando ya llegaste a tu techo y la vida se te escurre.

Tengo una amiga que ama vivir, tiene muchas ilusiones, tiene sueños, está encantada porque va a ser abuela, ama su trabajo de maestra y artesana... es luz radiante en donde pisa. Hoy me dijo que le diagnosticaron cáncer. Tiene 53 años y una lista inagotable de cosas que quiere hacer... tiene cáncer.

Yo vivo solo porque me toca hacerlo, trabajo porque me toca hacerlo, socializo porque me toca hacerlo, pero nada de eso me alegra o me ilusiona. Estoy sana, no tengo cáncer. Cada día despierto con la esperanza de que ese sea el último, que ya no tenga que levantarme más... no tengo cáncer.

¿Por qué todo es tan injusto? Ella, vivaz como una mariposa que revolotea sobre veraneras, inocente y buena como una niña aunque no lo sea, fuerte para haber soportado un matrimonio fallido y haber salido adelante sin rendirse por el cáncer con hijos que la aman y un nieto en camino... tiene otra vez cáncer.

Yo, que río solo porque llorar me cansa, que uso el sarcasmo y la agilidad mental como máscara que oculta el veneno de mi alma, sin familia, sin amor para dar ni para recibir, sin ganas de vivir y con el ardiente deseo de darle stop a todo... estoy sana.

Ridícula vida, destino infame que te ensañas con quiénes no debes y das tus dádivas a los que no queremos... llévate la mía y dásela a ella, no me importaría caer fulminada sabiendo que su sonrisa de abuela no se extinguirá pronto.

No hay ilusiones para mí, no hay futuro... solo soledad y envejecimiento. Sola, como siempre, sola mientras los demás vuelan alto y me ven desde su cielo.

Hasta pronto...