No siempre es mi culpa

#PareceChistePeroEsAnécdota

Hoy tomé un UBER para un trayecto considerable, motivo por el cual entablé una conversación superficial con el conductor... o al menos eso pensé.

Cuando le comenté mi nacionalidad las cosas se tornaron un poco más personales. Me dijo que no tenía acento peruano y que sonaba panameña... intenté resumir grosso modo las circunstancias de mis casi 36 años de vida y la relación extraña tanto con mi país como con el país en que vivo.

Eventualmente tocamos el tema de mi estado civil, comenté que era divorciada desde hace mucho, entre los temas iba también el del estatus migratorio, y el conductor me dijo que por qué no salía con un panameño y me casaba para sacar papeles (una de las formas más sencillas de obtener residencia) y le comenté que salí con un panameño, pero las cosas fueron muy mal...

Su respuesta me dejó atónita: “ah, entonces la del problema es usted”.

¿Cabía sacarlo de su error diciéndole que mi exesposo era un patán violento que amenazó mi vida y abusó de mí en todas las formas posibles?, ¿debía justificarme diciéndole que las otras personas con las que salí, indefectiblemente me mentían, como solían hacerlo con otras mujeres?, ¿hubiese sido sensato explicarle que el panameño con el que salí quería que cambiara mi forma de ser para hacerme más “presentable” y a mis espaldas salía con otras personas fingiendo un afecto que no sentía?, ¿habría bastado comentarle que quizá mi problema era confiar en que los demás serían honestos y responsables como yo lo soy?

Solo sonreí y le dije “no creo, no es mi culpa que los hombres que me topo sean una porquería”.

Afortunadamente, llegamos casi de inmediato a mi destino... no tenía ganas ni de ponerle una sola estrella, pésimo servicio de pensamiento.

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